Ya no soy un quinceañero
Que desfloraba páginas con tinta
A base de lágrimas
Con palabras moribundas
Asumiendo
Que el amor sublime o el dolor
Desgarrador
Es lo único que merece
(Inmortalidad)
O vale la pena
Escribir por
Por medio de sangre
Acostado en las emociones
(Complejas)
En perpetua búsqueda del sinónimo
De aquella palabra inaprensible
Desconocida para
Los quince
Los quince años que quedaron atrás
Llevándose con ellos la ingenuidad
Dejando el recuerdo
(Frágil)
Escuchando a la distancia
No lo soy más…
Al final
Violeta no estaba tan equivocada
Solo le erró por dos años.
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